El minimalismo surgió de la necesidad de minimizar al máximo la decoración de un espacio bajo la premisa de menos es más. Muchas personas han cambiado su estilo de vida, especialmente tras el confinamiento, cambiando cantidad por calidad. Reduciendo al máximo, a lo importante y fundamental tanto sus actividades como sus relaciones, y esto también aplica a su forma de vivir y, por tanto, a su manera de entender el interiorismo de sus viviendas.
Para lograr un hogar minimalista hay que estar dispuesto a deshacerse de muchas cosas de las que tenemos en casa. A vivir sólo con lo necesario. A disponer de menos objetos pero de más calidad. A cambiar simplemente estética por estética+funcionalidad.
Se trata de reducir la decoración a lo esencial. De eliminar lo superfluo, aquello que no cumple una función.
MENOS ES MÁS
Hay que planificar cómo lograr reducir todo lo que necesitas dentro de un espacio a únicamente aquello que es estrictamente necesario. La funcionalidad está por encima de la estética, aunque ésta no se descuida.
El estilo minimalista es ideal para crear ambientes relajados y en tonos claros, buscando siempre la sensación de amplitud. Pocas piezas, poco mobiliario, pero todo muy bien escogido. Colores naturales, texturas acogedoras con materiales naturales y muebles de líneas sencillas sin apenas ornamentación alguna.
Colores claros y empolvados como base y algunos acentos de color. Mayoritariamente en tonos neutros. Las plantas también tienen cabida en este estilo, que no por estricto ha de perder naturalidad.
EL DORMITORIO EN EL MINIMALISMO
En cualquier ambiente minimalista, hasta los elementos decorativos deben tener una finalidad. Serán ellos lo que otorguen protagonismo al espacio en sí mismo. Por ello, hay que cuidarlo también, dotándolo de unos buenos acabados.
El foco de atención del dormitorio será la cama por lo que hay que evitar añadir demasiados objetos alrededor que distraigan la atención. Apenas un par de mesitas de noche y unas lámparas bien seleccionadas, serán suficientes.
La clave será optar por muebles y accesorios hechos con materiales naturales como la madera, la piedra o los metales. Los complementos textiles, con sus texturas, también ayudarán a la hora de eliminar la sensación de frialdad que puede transmitir un espacio despejado.
En las paredes, una obra de gran formato o un espejo, que cumple una función al mismo tiempo, serán suficientes. Juega con pocos colores. Una base blanca es perfecta.
EL SALÓN MINIMALISTA
La decoración se limita a lo esencial sin olvidar la comodidad. Para combatir la frialdad que pudiera tener un espacio con pocos elementos, se puede añadir curvas y jugar con sus acabados y texturas.
Siempre que sea posible, hay que potenciar al máximo la entrada de luz natural y limitar la paleta a un máximo de 2 ó 3 colores, siempre en tonos neutros. El juego de luces y sombras ayudará a crear ambientes más interesantes también. Para lograr calidez, podemos lograrlo conjugando materiales fríos y cálidos. Cemento pulido, cristal, piedra, por ejemplo, combinados con cálidos como la madera o tejidos naturales.
El punto focal en este espacio serán los sofás y sillones que se han de elegir con un diseño limpio y sencillo. También aquí hay que reducir el número de elementos. Menos muebles pero de más calidad. Optar por incluir algún mueble icónico del diseño de interiores puede ser un acierto en este estilo para añadir personalidad a un ambiente y captar la atención y el protagonismo hacia sí mismo. El espacio se ha de ver aireado y no abarrotado. Trata de dejar espacios en blancos. Mantén zonas de paso amplias.
EL MUEBLE COMO PUNTO FOCAL
Los espacios se construyen a través de la elección de las piezas de mobiliario. Por eso hay que invertir en muebles de calidad. Especial atención a la importancia de las formas. A la hora de elegir el mobiliario hay que prestar especial atención al aspecto de las piezas seleccionadas, centrándonos en las formas básicas de cada mueble. Para dar cohesión al conjunto.
Combinar distintos tipos de línea (curvas, rectas, rectángulos,…) dará mayor dinamismo a la escena. Evita muebles recargados; mejor sin ornamentos. Pero elige acabados con mucho carácter.
Puedes mezclar formas para dar más movimiento al ambiente. Pero sí quieres marcar más el estilo, opta por líneas todo en recto o todo en curvo.
LA IMPORTANCIA DEL ESPACIO
Presta mucha atención al habitáculo que es tanto o más importante que el espacio que vas a dejar entre los mismos muebles. Los espacios en blanco contribuyen a potenciar el aspecto del mobiliario.
Trata de aportar equilibrio y armonía visual a la composición. «Elimina» paredes y potencia los ambientes interconectados, permitiendo la fluidez de un espacio a otro sin encontrar apenas obstáculos. Este es un punto que tiene en común el estilo minimalista con el estilo industrial o tipo loft.
Potencia el juego de texturas. Una manera de aportar riqueza al espacio es hacer una buena combinación de materiales y texturas para decorar. Los espacios minimalistas tienden a parecer fríos por la ausencia de objetos. Incluye en ellos materiales cálidos y naturales, mimbre, lana, rattan, lino, piedra, madera…Para aportar calidez. Combina texturas y tonos neutros para crear ambientes elegantes e interesantes a la vez.
PALETA DE COLORES
Elegir principalmente acabados mate, usando una paleta de color neutra, nos permitirá crear un espacio simple y equilibrado. Para llevar el concepto a una simplicidad extrema, es recomendable utilizar una paleta monocromática: Blancos, beiges, grises y verdes grisáceos con acentos en negro son muy característicos de este estilo. El truco está en que no se vea todo demasiado homogéneo para lo cual es necesario no combinar los mismos colores ni texturas.
MINIMALISMO Y ORDEN VISUAL
Por último, es fundamental mantener los espacios bien despejados para lo cual es una buena opción echar mano de muebles cerrados para almacenaje. Es de vital importancia para mantener los espacios limpios visualmente. Deja a la vista únicamente lo necesario y exhibe sólo aquellos objetos que resulten interesantes estéticamente. Cuanto más oculto quede todo, mejor.
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