Nuestro hogar es el reflejo de nuestra vida. Lo que nos ocurre a diario influye en cómo tenemos nuestra casa por dentro. Pero también, la manera en que tenemos organizado nuestro entorno, influye en nuestro día a día.

Si observamos con detenimiento el espacio en el que vivimos, encontraremos muchas maneras de mejorarlo para que, al menos en nuestro interior, encontremos un poco más de paz y tranquilidad cuando estemos en casa. ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor en nuestro hogar? Pues hay muchas maneras de mejorarlo sin necesidad de hacer mucho esfuerzo, incluso sin tener que hacer casi o ningún desembolso económico. Te contamos cómo.

 

 

El recibidor de tu casa; la primera impresión es la que cuenta

¿Qué sientes al llegar a casa?, ¿notas que no te resulta cómodo de usar el primer espacio de tu casa?, ¿quizás echas en falta un sitio donde dejar los objetos que necesitas guardar nada más llegar?, ¿o es más luz lo que necesitas?

Comienza por pensar qué te vendría bien tener disponible nada más entrar en casa. Puede que un mueble donde guardar los zapatos y una pequeña banqueta para poder cambiarte el calzado en la misma entrada. Añade un par de colgadores para chaquetas y/o bolsos y no te olvides de contar con un buen espejo que potencie la luz y en el que echarte un último vistazo antes de salir de casa.

 

 

Si el espacio te ofrece bastantes posibilidades, valora la opción de unificarlo todo en un mismo mueble, como puede ser un armario, y elige sus puertas con espejo si no tienes paredes para colgar uno independiente. Deja un pequeño rincón libre para disponer de un pequeño taburete y tendrás lo mismo pero en un espacio mucho más ordenado y limpio.

Seguro que tanto la funcionalidad del recibidor como tu percepción al llegar a casa mejorará mucho. Nuestro estado de ánimo puede verse afectado, para bien o para mal, por lo que experimentamos a nuestro alrededor.

Tener una entrada práctica y bien pensada, nos ayudará a que tener una buena experiencia desde el principio.

 

 

Un salón-comedor limpio y ordenado

Esto aplica a cualquier estancia de nuestra casa, pero especialmente en el salón-comedor que es donde más tiempo pasamos y en el que recibimos a las visitas, nos hará sentirnos tranquilos y seguros de que todo está perfectamente ordenado. Para ello, debemos deshacernos (sin excusas), de aquellos objetos que, o bien están rotos o estropeados.

En cuanto a los utensilios que vamos a usar muy esporádicamente, puedes guardarlos en otro lugar o simplemente ocultarlos de la vista. El resto de enseres que no estén estropeados y que probablemente ya no necesitarás, regálaselos a quien sabes que sí les va a sacar provecho.

 

 

Echa mano de cajas, cestos, cajones y puertas para organizarte mejor y deja tan solo a la vista aquello que te haga sentir bien. Esto, además de ayudarte a sentir más paz y tranquilidad, facilitará la limpieza diaria del espacio.

Mantén única y exclusivamente el mobiliario que vas a utilizar a diario en tu salón-comedor. Si la mayor parte del tiempo sólo necesitáis cuatro sillas, porque sois cuatro en casa, guarda en otro lugar las otras dos. O, mejor todavía, cuando recibas visitas, echa mano de sillas plegables que podrás tener guardadas mientras no las necesitas en cualquier otra habitación o dentro de un armario.

Lo mismo puedes hacer con sillones o pufs que no soléis utilizar todos los días porque con el sofá tenéis más que suficiente. El objetivo es mantener lo más amplios posibles los espacios, dejando sólo en ellos aquello que los de casa sí utilizáis cada día y resolver ese espacio extra que necesitas cuando recibes visitas, con muebles auxiliares guardados en otro lugar.

 

 

Deja que el aire circule por toda tu casa

Y cuando decimos aire, no sólo nos referimos a airear a diario la casa, dejando puertas y ventanas abiertas durante un par de horas al día, también a dejar espacios libres lo suficientemente amplios como para poder movernos dentro de las habitaciones con comodidad.

No sólo se trata de lo comentado anteriormente, como eliminar todos aquellos objetos y muebles prescindibles para nuestra vida diaria; también se trata de dejar que las paredes respiren. No es necesario atiborrarlo todo, añadiendo muebles auxiliares que en realidad no necesitas, o colgando cuadros que simplemente están ahí para llenar un espacio que sentías vacío. Muchas veces, dejar esos espacios libres, ayudan a aumentar la sensación de orden y limpieza visual.

Así pues, si no puedes prescindir de un mueble para apoyar la televisión en tu dormitorio, pero éste obstruye demasiado la zona de paso donde está colocado, valora la opción de sustituirlo por otro de dimensiones más reducidas o cambiar su ubicación a un lugar más amplio, colgando la TV directamente en la pared o integrándolo en una armariada.

Y ya que hemos mencionado el armario, ¿cuantas prendas que nunca utilizas guardas en él y qué posibilidades hay de que vuelvas a utilizarlas?. Dejar de acumular ropa, zapatos y otros enseres que no utilizamos ni utilizaremos también es una buena costumbre para mantener ordenados y despejados los espacios, dejando así que el aire circule mejor.

Esto es sólo un ejemplo pero seguro que podrás aplicar este tipo de cambios también en otras estancias de tu casa, de manera que contribuyan a mejorar tu experiencia día a día.

 

 

Ayuda a que la luz llegue al mayor espacio posible

Aunque no todos tenemos la posibilidad de vivir en una casa perfectamente orientada para recibir luz natural durante la mayor parte del día, sí podemos echar manos de recursos de todo tipo, que nos ayuden a mejorar la iluminación del interior de nuestra vivienda, haciéndonos más placentera la estancia en casa.

Y esto se puede conseguir de diferentes maneras. La más conocida y de la que seguro has leído o has escuchado hablar, es la de utilizar espejos de manera estratégica para que proyecten la luz al interior de la vivienda, colgándolos cerca de ventanas. Pero también podemos conseguirlo usando colores claros en paredes, suelos y muebles.

Si tienes un suelo oscuro y no tienes la posibilidad de sustituirlo por uno más claro, siempre puedes cubrirlo con alfombras de tonalidades más luminosas que contribuyan a aumentar la claridad en el interior. También la elección de materiales que reflejen la luz, como los metales, en muebles y accesorios ayudarán a conseguir esa misma sensación. Y por supuesto, no te olvides de los tejidos, tanto de cortinas como de sofás y sillones.

 

Estos y muchos otros aspectos los tenemos en cuenta a la hora de ejecutar cualquiera de nuestros proyectos de amueblamiento y decoración, con el objetivo de que la relación entre el cliente y su vivienda se materialice en la mejor de las experiencias.

Si estás pensando en amueblar y decorar tu casa en Puerto Sagunto o en cualquier municipio de las provincias de Valencia y Castellón, agenda una visita con nosotros y comencemos con tu proyecto:

 

 

 

 

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